Queridos amigos en Cristo:
A nosotros los sacerdotes, diáconos y equipo pasto-ral que trabaja para usted nos complace anunciarles a los feligreses de la Parroquia St. Margaret a partir de hoy: “El año de la Biblia”. Creemos que es el Señor mismo quien nos llama a dedicar este año en particu-lar a las Sagradas escrituras para estudiar, aprender, conocer y rezar con la Palabra de Dios. El tema del programa es: “Tu palabra es una lámpara para mis pasos, y una luz en mi camino”. Estas palabras del Salmo 119:105 son verdaderamente el deseo de to-dos nosotros de hacer de la Palabra de Dios una ver-dadera lámpara que guie nuestras vidas. Sin la Pa-labra de Dios no podemos comprender el misterio de Dios y nuestra relación con Él. San Agustín bien lo dijo: “ignorar las Escrituras es ignorar de Cristo”, así que necesitamos conocer más acerca de ellas porque nos dirigirán a la fuente de la vida que es Jesucristo, quien nos encaminará hacia Dios Padre por medio de la fuerza del Espíritu Santo. Esperamos que ese en-foque y que con ese gesto que tendremos de centrar la Palabra de Dios en nuestras vidas, podamos conocer mejor al Señor Jesús de manera más profunda y tam-bién para y tratar de vivir verdaderas vidas cristianas. Debemos hacernos discípulos misioneros quienes por medio de nuestra experiencia con la Palabra de Dios, podamos llevar esa Palabra, que es Jesucristo a otros.
El próximo domingo durante la celebración de cada Misa entronaremos la Biblia en el templo. Ofre-ceremos una Biblia a aquellas familias que AÚN NO TENGAN una Biblia en casa. Proclamaremos la lectura del Evangelio de la misma Biblia que permanecerá en el altar. En cada Misa la Biblia entrará en la procesión y será puesta en el púlpito para su veneración durante el año. Cada fin de semana colocaremos pasajes de la Biblia en el boletín para que los parroquianos lean en casa y les daremos algunas preguntas que les ayudarán a comprender mejor la Palabra de Dios. También espe-ramos con esto formar grupos de estudio de Biblia para reunirnos todo el año. Queremos animar y exhortar a las familias a leer la Biblia en casa todos los días o por lo menos 1 vez a la semana. Queremos que cada grupo y ministerio en la parroquia empiecen sus reuniones leyendo un pasaje de las Escrituras y conversando acer-ca de la Palabra de Dios. Queremos que esta Palabra verdaderamente se convierta en el centro de nuestras vidas y además de nuestra comunidad parroquial.
El Papa emérito Benedicto XVI en su exhort-ación apostólica Verbum Domini concluye diciendo: “Así pues, que cada jornada nuestra esté marcada por el encuentro renovado con Cristo, Verbo del Pa-dre hecho carne. Él está en el principio y en el fin, y «todo se mantiene en él» (Col 1,17)”. Callemos para escuchar la Palabra de Dios y meditar sobre ella, para que por la obra del Espíritu Santo permanezca en nuestros corazones y nos hable todos los días de nuestras vidas. De esta manera la Iglesia siempre estará renovada y rejuvenecida, gracias a la Palabra del Se-ñor que permanece por siempre (1 Pe. 1: 25; Is. 40:8).
Así nosotros también entraremos en el gran diálogo nupcial con que concluye la sagrada escritu-ra: “El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» Que el que escucha diga también: «¡Ven!». El que da fe de estas palabras dice: «Sí, vengo pronto.» Amén. Ven, Señor Jesús” (Ap. 22: 17, 20).